El cierre del año escolar representa mucho más que el término de clases. Es un momento significativo que invita a hacer una pausa, mirar lo vivido y reconocer que la educación cobra verdadero sentido cuando se construye en comunidad.
En el Colegio México Roma, este tiempo se vive como una oportunidad para convivir, reflexionar y compartir, fortaleciendo los lazos que unen a estudiantes, familias y docentes bajo el espíritu de la familia marista.
Un tiempo para detenernos y mirar lo vivido
El ritmo cotidiano del ciclo escolar suele ser intenso. Por ello, el cierre del año nos invita a detenernos con calma y reconocer los aprendizajes que van más allá de lo académico.
Cada experiencia, actividad y convivencia deja huella en la formación de nuestros estudiantes, ayudándolos a crecer no solo en conocimientos, sino también en valores, sensibilidad y compromiso con los demás.
La reflexión como parte del aprendizaje
Reflexionar es aprender con conciencia. Durante el cierre del año escolar, la reflexión ayuda a reconocer los logros alcanzados, los retos superados y aquellos aspectos que invitan a seguir creciendo.
Desde la visión marista, la reflexión permite formar personas sensibles a su entorno, capaces de actuar con responsabilidad y de reconocer el valor del otro, construyendo una sociedad más justa y solidaria.
Compartir lo aprendido: llevar la voz del colegio a casa
La educación no se queda en el aula. Lo aprendido durante el año se proyecta en la vida diaria y cobra especial sentido en estas fechas decembrinas.
En Navidad, nuestros estudiantes se convierten en portadores de la voz de los valores que los forman: respeto, solidaridad, servicio, amor y esperanza. A través de sus acciones, palabras y actitudes, llevan a sus hogares y comunidades el mensaje que nace en la escuela y se vive en familia.
Familia y escuela: un mismo camino
El acompañamiento cercano entre familia y escuela es una de las mayores fortalezas del Colegio México Roma. El cierre del año escolar refuerza esta alianza, recordando que la formación integral se construye con diálogo, confianza y presencia.
Este tiempo invita a compartir, agradecer y seguir fortaleciendo el compromiso conjunto de educar con sentido humano y marista.
Un cierre que abre nuevos comienzos
Cerrar un año escolar no significa terminar un proceso, sino preparar el camino para seguir creciendo. Cada cierre trae consigo nuevos aprendizajes, retos y oportunidades para continuar formando personas íntegras, conscientes y comprometidas con su entorno.
En el Colegio México Roma, este cierre se vive con gratitud y esperanza, reafirmando el compromiso de seguir educando con cercanía, valores y espíritu de comunidad.