Llegamos a la Semana Santa, un momento especial en el calendario litúrgico y en la vida de nuestra comunidad educativa. Esta semana nos recuerda el amor inmenso de Jesús por la humanidad, su entrega, su muerte y su resurrección. En el Colegio México Roma, queremos acompañar a nuestras familias para que vivan este tiempo con sentido, profundidad y esperanza.
Una invitación a hacer una pausa y reconectar
En medio del ritmo acelerado que vivimos, la Semana Santa se presenta como una valiosa oportunidad para detenernos y volver la mirada hacia lo que realmente importa. Es tiempo de apagar el ruido externo para escuchar lo que habita en el corazón, de crear espacios de encuentro en familia, y de fortalecer nuestra conexión con Dios y con los demás.
Pequeños gestos, grandes enseñanzas
No hace falta viajar lejos ni hacer grandes preparativos. Encender una vela, compartir una lectura del Evangelio, ver una película con mensaje cristiano o hacer un gesto de reconciliación en casa pueden marcar una diferencia profunda en la vivencia espiritual de los niños y jóvenes.
En el Colegio México Roma creemos que las acciones sencillas, cuando se hacen con amor, pueden dejar huellas profundas. Invitar a nuestros hijos a hacer una oración por alguien que lo necesita, donar ropa o alimentos, o simplemente escuchar con atención, son prácticas que cultivan la empatía, la compasión y el servicio.
Resurrección: una esperanza que nos transforma
El mensaje final de la Semana Santa no es la tristeza, es la alegría. La resurrección de Jesús nos recuerda que el amor siempre vence y que cada uno de nosotros tiene el poder de renovar su vida, de sanar relaciones y de crecer en fe.
La Pascua es un renacer, una invitación a dejar atrás lo que nos aleja del bien y a volvernos hacia lo que nos une como comunidad. En este contexto, cada familia tiene la posibilidad de iniciar un nuevo ciclo con esperanza, perdón y propósito.
Una comunidad que camina unida
La Semana Santa es más que una tradición: es un camino de transformación. En el Colegio México Roma, creemos que vivirla con fe es una forma de sembrar esperanza en nuestros estudiantes y sus familias. Que estos días santos nos inspiren a ser mejores, a amar más y a seguir construyendo una comunidad unida en valores y fe.
En unidad, caminamos como una sola familia marista, acompañando a nuestros estudiantes en su formación integral y recordando que en cada paso que damos juntos, también caminamos hacia una vida más plena y significativa.
